Páginas

viernes, 25 de noviembre de 2011

Francisca y la Muerte - Español Lecturas 3er grado

Una de las maravillas literarias de nuestro libro de lecturas.




Este es un relato que recordaba simplemente como una buena lectura, pero ahora que la he vuelto a leer me doy cuenta de la joya literaria que representa. Es maravillosa la historia de cómo la Muerte se la pasa buscando a Doña Panchita preguntando por todos lados, la descripción de su apariencia tan "humana" y la manera en que la desdichada termina completamente agotada y con los pies hinchados (¿se le pueden hinchar los pies a la huesuda? jaja), para rematar al final con la frase memorable de Panchita: siempre hay algo que hacer.
El dibujo de la Muerte (que por cierto no alcanzo a identificar de quién es la firma) (Actualización: la ilustración corresponde a Rogelio Naranjo, caricaturista mexicano conocido por sus cartones políticos en la revista Proceso) la muestra tal como se describe en la lectura, con su trenza, su sombrero y su mano en el bolsillo, pero lo único que no coincidió fue el color de la camisa pues en la historia se menciona que era color negro. Pero otro buen detalle es que el reloj que aparece ahi marca exactamente las 5:00, hora en que pasaba el tren que tomaría la Muerte.

Este es el cuento completo donde podemos ver que en la versión de nuestro libro omitieron algunos pequeños detalles (marcados con azul), posiblemente por cuestión de espacio:

-Santos y buenos días - dijo la muerte, y ninguno de los presentes la pudo reconocer. ¡Claro!, venía la parca con su trenza retorcida bajo el sombrero y su mano amarilla al bolsillo.
-Si no molesto -dijo-- , quisiera saber dónde vive la señora Francisca.
-Pues mire - le respondieron, y asomándose a la puerta, señaló un hombre con su dedo rudo de labrador:
-Allá por las cañas bravas que bate el viento, ¿ve? Hay un camino que sube la colina. Arriba hallará la casa.
"Cumplida está", pensó la muerte y dando las gracias echó a andar por el camino aquella mañana que, precisamente, había pocas nubes en el cielo y todo el azul resplandecía de luz.
Andando pues, miró la muerte la hora y vio que eran las siete de la mañana. Para la una y cuarto, pasado el meridiano, estaba en su lista cumplida ya la señora Francisca.
"Menos mal, poco trabajo; un solo caso", se dijo satisfecha de no fatigarse la muerte y siguió su paso, metiéndose ahora por el camino apretado de romerillo y rocío.
Efectivamente, era el mes de mayo y con los aguaceros caídos no hubo semilla silvestre ni brote que se quedara bajo tierra sin salir al sol. Los retoños de las ceibas eran pura caoba transparente. El tronco del guayaba soltaba, a espacios, la corteza, dejando ver la carne limpia de la madera. Los cañaverales no tenían una sola hoja amarilla. Verde era todo, desde el suelo al aire y un olor a vida subiendo de las flores.
Natural que la muerte se tapara la nariz. Lógico también que ni siquiera mirara tanta rama llena de nido, ni tanta abeja con su flor. Pero, ¿qué hacerse?; estaba la muerte de paso por aquí, sin ser su reino.
Así, pues, echó y echó la muerte por los caminos hasta llegar a casa de Francisca:
-Por favor, con Panchita - dijo adulona la muerte.
-Abuela salió temprano - contestó una nieta de oro, un poco temerosa aunque la parca seguía con su trenza bajo el sombrero y la mano en el bolsillo.
-¿Y a qué hora regresa? - preguntó.
-¡Quién lo sabe! - dijo la madre de la niña- . Depende de los quehaceres. Por el campo anda, trabajando.
Y la muerte se mordió el labio. No era para menos seguir dando rueda por tanto mundo bonito y ajeno.
-Hace mucho sol. ¿Puedo esperarla aquí?
-Aquí quien viene tiene su casa. Pero puede que ella no regrese hasta el anochecer o la noche misma.
«¡Chin!», pensó la muerte, «se me irá el tren de las cinco. No; mejor voy a buscarla». Y levantando su voz, dijo la Muerte:
-¿Dónde, al fijo, pudiera encontrarla ahora?
-De madrugada salió a ordeñar. Seguramente estará en el maíz, sembrando.
-¿Y dónde está el maizal? - preguntó la Muerte.
-Siga la cerca y luego verá el campo arado detrás.
-Gracias - dijo seca la muerte y echó a andar de nuevo.
Pero miró todo el extenso campo arado y no había un alma en él. Sólo garzas. Soltóse la trenza la muerte y rabió:
-¡Vieja andariega, dónde te habrás metido! -. Escupió y continuó su sendero sin tino.
Una hora después de tener la trenza ardida bajo el sombrero y la nariz repugnada de tanto olor a hierba nueva, la muerte se topó con un caminante:
-Señor, ¿pudiera usted decirme dónde está Francisca por estos campos?
-Tiene suerte -dijo el caminante -media hora lleva en casa de los Noriegas. Está el niño enfermo y ella fue a sobarle el vientre.
-Gracias - dijo la muerte como un disparo, y apretó el paso.
Duro y fatigoso era el camino. Además ahora tenía que hacerlo sobre un nuevo terreno arado, sin trillo, y ya se sabe cómo es de incómodo sentar el pie sobre el suelo irregular y tan esponjoso de frescura, que se pierde la mitad del esfuerzo. Así por tanto, llegó la muerte hecha una lástima a casa de los Noriegas:
-Con Francisca, a ver si me hace el favor.
-Ya se marchó.
-¡Pero, cómo! ¿Así, tan de pronto?
-¿Por qué tan de pronto? -le respondieron - . Sólo vino a ayudarnos con el niño y ya lo hizo. ¿A qué viene extrañarse?
-Bueno..., verá - dijo la muerte turbada -, es que siempre una hace su sobremesa en todo, digo yo.
-Entonces usted no conoce a Francisca.
-Tengo sus señas - dijo burocrática la Impía.
-A ver; dígalas- esperó la madre. Y la muerte dijo:
-Pues..., con arrugas; desde luego ya son sesenta años...
-¿Y qué más?
-Verá..., el pelo blanco..., casi ningún diente propio..., la nariz, digamos...
-¿Digamos qué?
-Filosa.
-¿Eso es todo?
-Bueno..., por demás nombre y dos apellidos.
-Pero usted no ha hablado de sus ojos.
-Bien; nublados..., sí, nublados han de ser..., ahumados por los años.
-No, no la conoce- dijo la mujer - . Todo lo dicho está bien, pero no los ojos. Tiene menos tiempo en la mirada. Ésa, quien usted busca, no es Francisca.
Y salió la muerte otra vez al camino. Iba ahora indignada, sin preocuparse mucho por la mano y la trenza, que medio se le asomaba bajo el ala del sombrero.
Anduvo y anduvo. En casa de los González le dijeron que estaba Francisca a un tiro de ojo de allí, cortando pastura para la vaca de los nietos. Mas sólo vio la muerte la pastura recién cortada y nada de Francisca, ni siquiera la huella menuda de su paso.
Entonces la muerte, quien ya tenía los pies hinchados dentro de los botines enlodados, y la camisa negra, más que sudada, sacó su reloj y consultó la hora:
-¡Dios! ¡Las cuatro y media! ¡Imposible! ¡Se me va el tren!
Y echó la muerte de regreso, maldiciendo.
Mientras, a dos kilómetros de allí, escardaba de malas hierbas Francisca el jardincito de la escuela. Un viejo conocido pasó a caballo y, sonriéndole, le tiró a su manera el saludo cariñoso:
-Francisca, ¿cuándo te vas a morir?
Ella se incorporó asomando medio cuerpo sobre las rosas y le devolvió el saludo alegre:
-Nunca -dijo -, siempre hay algo que hacer.



El autor, Onelio Jorge Cardoso (Cuba, 1914-1986), es considerado el Cuentista Nacional Cubano. La mayoría de sus obras han sido adaptadas para el cine, el teatro, la televisión e incluso la radio y sus publicaciones han sido traducidas a docenas de idiomas en todo el planeta.

51 comentarios:

  1. ...wowwwww!!!!, este si que lo había esperado por tanto tiempo!!!,...el cuento, la lección implícita, las ilustraciones,...el olor a nostalgia,...gracias!!!!,...

    ResponderEliminar
  2. De las lecturas que más disfrutaba; me encantaba saber que hay gente a la que la muerte nunca encontraba. Gracias
    Ojalá pidieras publicar el cuento del hombre que poco a poco se fué haciendo liviano hasta que se perdió en el cielo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se titula "El leve Pedro"

      Eliminar
    2. si, esa historia era estupenda!!! la ilustración era muy bonita y me encantaba leerlo y pensar que podría sucederme

      Eliminar
    3. SI...el "LEVE PEDRO".....claro cada que hay viento me acuerdo del cuento o cada que conozco a na persona exageradamente delgada......

      Eliminar
    4. Aun me imagino que yo pudiera amanecer tocando el techo de mi casa y alguna vez escaparme para no aparecer nunca mas..

      Eliminar
    5. Francisco González Guzmán19 de mayo de 2023, 10:45

      Cómo olvidar el olor de ese libro!!!.. Me trae nostálgias del pasado... Hermosos tiempos que me tocó vivir!! Cómo esas pequeñas lecturas adentraban al lector al hechar volar la imaginación!!! Hermosa mi estadía por la primaria!! Una y mil veces volver a vivirla si se pudiese!!... fragogu_10@hotmail.com

      Eliminar
  3. Siempre me gustó este cuento, mil gracias por postearlo!!!

    ResponderEliminar
  4. siempre que lo leia me quedava insatisfecho por que la muerte nunca encontraba a francisca y mas tarde comprendi que se la keria llevar la muerte , huummhaaaaa que recuerdos tan lindos nos trae estos libros es como una makina de tiempo que al mirarlos nos tarnsportan al pasado y nos hacen revivir recuerdos que se havian borrado gracias amigo por el esfuerzo tan grande que haces al subir estas paginas , no sabes lo que haz logrado en cada uno de nosotros que vivimos esa linda epoca de la primaria, mil gracias. saludos desde usa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. estoy totalmente de acuerdo contigo.. muchisimas gracias por hacer este gran esfuerzo y subir estas estupendas paginas de estos fabulosos libros de primaria k yo tuve la dicha de tener al igual k uds...

      Eliminar
  5. @martin galdámez: La lectura del Leve Pedro la publicaré más adelante, tenlo por seguro.

    @ Beto Jones y Anónimo, : Por nada y gracias a ustedes por pasar por aqui. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siiii. El Leve Pedro, siempre quise encontrar la historia completa, desgraciadamente siempre fue infructosa la busqueda, mas que ni me acuerdo del autor. Así que la estaré esperando.

      Eliminar
  6. Sospecho que el ilustrador es Sergio Arau

    ResponderEliminar
  7. @Normandus: Sí se parece un poco a sus dibujos, pero lo que no coincide es la firma, pues en otros viene su firma en la que se lee claramente su nombre, a menos que la haya cambiado.

    ResponderEliminar
  8. Hola!! Les quiero comentar que en mi libro... sí venía la lectura completa!!!! Ya que la leí recordé todo pues la que viene en la hoja escaneada se me hizo muy corta. Qué extraño, ¿no? :)

    ResponderEliminar
  9. ¿Quien no recordara esta historia de aquellos que cursaron la primaria en los 80´s? Esta es una de las clasicas, recuerdo que despues de leerla me acongojaba porque pensaba que si la muerte me llegara a buscar no tendria muchos sitios a donde irme a trabajar para que no me encontrara jajaja, pues vivia en ciudad y no me dejaban salir =P. Asi pensaba un niño de esos años.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay que bonito... La inocencia de los niños es hermosa.
      A mi me gustaba la historia porque la muerte no se pudo llevar a Francisca.Ella no tenia tiempo para morirse. Asi pensaba yo y eso que era peque. :)

      Eliminar
    2. Saben cuál es el escenario de este cuento

      Eliminar
  10. Genial cuento, estos libros me formaron como persona, hicieron nacer en mí el gusto por las letras, es una lástima que los niños de la actualidad no los puedan leer. Gracias por recuperarlos y digitalizarlos, me has sacado muchas sonrisas!!!

    ResponderEliminar
  11. Es magnífica esta lectura, a mi no me toco en mis libros ya que salí en el 80 de la primaria y según recuerdo al año siguiente cambiaron ilustradores, y muchas lecturas, sin embargo hay otras lecturas que si las reconozco y golpean mi memoria con el duro pero placentero golpe del recuerdo, como el conejo y el zorrillo, el ratoncito que perdió la cola, uhh muchas, que no hacen más que provocar agradecimiento a la persona que tuvo la molestia de subir estas lecturas para beneplácito de nosotros los cuarentones, de antemano un saludo y mi reconocimiento total a esta labor.

    ResponderEliminar
  12. Wow, una de las lecturas que más recordamos todos. Después, cuando cambiaron de libros de texto la incluyeron en Español Ejercicios.
    Por cierto, Onelio Jorge Cardoso también escribió Negrita, una novela corta sobre una perrita negra y su familia, la cual estaba entre los Libros del Rincón de la SEP (que los niños ñoños como yo leímos por completo, jajaja).

    ResponderEliminar
  13. Mi fascinación con la muerte tuvo parte de su génesis aquí :D Mi cuento favorito de todos y el que más quiero, no solo por la muerte corriendo y haciendo corajes con Francisca sino por la misma Francisca :D Hermosa historia, hermosas ilustraciones y mi cuento mas querido *_*

    Gracias por la versión completa y por darnos el nombre del autor, ahora trataré de buscar mas libros de él. Admito que aun a mis treinta no me da pena alguna leer libros infantiles ni meterme a la sección Infantil de la Biblioteca a leerme cuanto cuento encuentre o cuanto libro del rincón caiga en mis manos.

    ¡GRACIAS por este rinconcito de nostalgia!!! <3 <3 <3

    ResponderEliminar
  14. Yo leí completa en la revista "Colibrí".

    ResponderEliminar
  15. gracias, tu blog es simplemente hermoso, lleno de memorias de nuestra infancia, awww los recuerdos, el aroma, mis maestros, mi mochila, tooodo. muchas gracias por tu aportación

    ResponderEliminar
  16. ¡Uf!¿No les parece increíble la selección de textos que hicieron para nosotros los autores de estos libros? No nos hicieron concesiones con aquello de que éramos niños. Y bien visto, aún a esa edad los entendimos a nuestra manera. Y como te pasó a ti.

    A mí en particular siempre me pareció una excelente lectura, una de mis grandes favoritas entre tanta obra notable, pero al correr de los años y después de haber leído tantas cosas, aprecia uno la creación magistral que es este cuento.

    Quienes tuvimos la suerte de hacer la prepa en el estado de Veracruz (cuando todavía estaban soterrados los graves problemas que ahora todos conocen), en el libro de Literatura II pudimos leer: "El caballo de Coral", otro hermoso cuento de este magistral autor. Y en realidad, aquellos libros en aquellos años también seleccionaban cuidadosamente sus cuentos. Había trabajos de formidables literatos como Graham Greene, Heinrich Boll, Ray Bradbury, Julio Cortázar... tal como en nuestros amados libros de primaria.

    ¡Gracias por todo, amigo! ¡Gracias por los recuerdos y la oportunidad de profundizar en la obra de los grandes escritores que nos presentaron en la infancia!

    Roberto L.C.

    ResponderEliminar
  17. Gracias por publicar!!!

    ResponderEliminar
  18. esta muy buena la lectura ¡¡¡gracias!!!

    ResponderEliminar
  19. Gracias, muchas gracias. Siempre recordé esta lectura e incluso la compartía en comentarios, sin entrar en detalles, solo a grandes rasgos. Esta historia me inspiró a mantenerme, siempre, ocupada. Buscando actividades fructuosas, por supuesto. De hecho ahora define gran parte de mi Personalidad y gracias también a ella puedo deducir muchos de mis éxitos en la Vida.

    ResponderEliminar
  20. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  21. Muchas GRACIAS por el tiempo y esfuerzo dedicados.Nos haces recordar periodos inolvidables pero cubiertos de años.Yo tenía estos libros pero alguien me los tiró...así que es un placer reencontrarlos.

    ResponderEliminar
  22. simplemente maravilloso! quise llorar al encontrar esta pagina gracias por el tiempo invertido, recordé mi infancia y lo que estos bellos libros me enseñaron, si pudieran mostrar las pastas de todos ellos seria padre ya que tengo muy grabado un libro pero no recuerdo de que grado es y me gustaba mucho.

    ResponderEliminar
  23. recuerdo mucho la lección de EL GARBANZO PELIGROSO" EL LEVE PEDRO" Y otra que hablaba de unas amibas pero no recuerdo bien el nombre. JAMAS SE ME OLVIDARA LA EMOCION QUE SENTIA AL RECIBIR MIS LIBROS NUEVOS EN CADA AÑO ESCOLAR Y EL DISFRUTAR EL AROMA DE SUS PAJINAS.GRACIAS,GRACIAS GRACIAS.

    ResponderEliminar
  24. Muchas gracias al administrador de este blog por traer tan hermosos recuerdos de mi infancia de regreso, en verdad :D

    ResponderEliminar
  25. que recuerdos... gracias por publicarlo completo aqui una cancion dedicada a este cuento. https://youtu.be/6XMa51D6zCE

    ResponderEliminar
  26. hermosa historia...gracias por publicarla, saludos

    ResponderEliminar
  27. Alguien se acuerda de como se llamaban unos libros amarillos de cuentos donde venía este de doña Francisca

    ResponderEliminar
  28. Mi cuento favorito de la primaria en 1998-99 por fin lo encontre! . Muchas gracias por subirlo al internet.

    ResponderEliminar
  29. El ilustrador es Rogelio Naranjo

    ResponderEliminar
  30. Si alguien tiene eso libro de lectura me puede dar la imformacion como lo puedo con ssegur esa edicion comuniquese

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Checa conaliteg historico ahi estan publicados los libros completos.

      Eliminar
  31. Checa la pagina de conaliteg historico estan los libros completos

    ResponderEliminar
  32. Unos de los mejores cuentos me hace recoradar cuando iba en la primaria

    ResponderEliminar
  33. la historia es una joya literaria,es una de mis lecturas favoritas me rio al saber que la muerte no pudo encontrar a la doña y como Francisca por mas edad nunca cedió ante esta siempre activa, dando lo mejor se ella hasta el final

    ResponderEliminar
  34. megusta esta historia en especial por que mi mama se llama francisca y cuando la leei en aquel tiempo de niño hasta llore pensando que la muerte seguia a mi mama, que recuerdos.

    gracias por recordar esta historia muy bonita.

    ResponderEliminar
  35. Uno de mis cuentos favoritos 🥰
    ¿Sabrá alguien en qué ediciones venía en el libro de español de primaria?

    ResponderEliminar
  36. No puedo describirles lo que este cuento me hace sentir, me encanta que la muerte nunca encuentre a Francisca porque tiene quehaceres, me hace reflexionar sobre lo que debemos aprovechar nuestra vida y sobre todo la parte en la que la muerte describe a Francisca, no por los años se determina la vejez, hay personas jóvenes sin ánimos de vivir. Este cuento me fascina. Gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar