En lo personal no recuerdo que este cuento me haya ayudado mucho a no tenerle miedo a la oscuridad, más bien creo que era más terrorifico pensar que una niña llegara volando a tu ventana, vestida de negro y con la piel blanca. Si no me creen, nada más acuérdense de la pelicula El Aro. Ay nanita.
Fuera de eso, creo que el cuento en realidad es muy bueno. El autor, Ray Bradbury, es un escritor estadounidense nacido en 1920 (¡todavía vive! ya lo anda reclamando la tierra jeje), famoso por sus obras Crónicas marcianas y la novela Fahrenheit 451.
Esta es la versión completa del cuento:
La niña que iluminó la noche (cuento para leerse en voz alta)
Había una vez un muchachito a quien no le gustaba la Noche.
Le gustaban
linternas y lámparas
y antorchas y alumbrados
y faros y faroles
y velas y velones
y relumbrones y relámpagos.
Pero no le gustaba la noche.
Se lo veía en
salones y sótanos
y despensas y desvanes
y alcobas y alacenas
y escurriéndose por los corredores.
Pero nunca se lo veía afuera…
en la Noche.
No le gustaban para nada las llaves de luz.
Porque las llaves de luz apagaban
las lámparas amarillas
las lámparas verdes
las lámparas blancas
las lámparas del vestíbulo
las luces de la casa
las luces de todas las habitaciones.
Él nunca tocaba las llaves de luz.
Y jamás salía a jugar
en la oscuridad.
Siempre estaba muy solo.
Y muy triste.
Pues veía, desde su ventana,
a los otros chicos jugando sobre el césped
en las noches de verano.
Los veía corriendo felices allá afuera
de la oscuridad a la luz.
Pero nuestro muchachito ¿dónde estaba?
Arriba en su cuarto.
Con sus linternas y lámparas
y faroles
y candeleros y candelas.
Completamente solo.
A él únicamente le gustaba el sol.
El amarillo sol.
A él no le gustaba la Noche.
Cuando llegaba el momento
en que papá y mamá recorrían la casa
apagando todas las luces…
Una a una.
Una a una.
Las luces de la entrada
las luces del salón
las pálidas luces
las rosadas luces
las luces del a despensa
las luces de la escalera…
Entonces el muchachito se metía en su cama.
Tarde en la noche
el niño desdichado
tenía en el pueblo
el único cuarto iluminado.
Y una noche,
mientras papá estaba de viaje
y mamá se acostó temprano,
el muchachito empezó a vagar solo,
completamente solo por la casa.
¡Ah, cómo ardían las luces!
¡Las luces de la entrada
las luces del vestíbulo
las luces de la despensa
las pálidas luces
las rosadas luces
las luces del salón
las luces de la cocina!
¡Hasta las luces del desván!
¡Toda la casa parecía haberse incendiado!
Pero el muchachito todavía estaba solo.
Entretanto los otros chicos,
allá lejos
jugaban sobre los prados en la noche de verano.
Riendo.
Muy lejos.
¡De repente escuchó
un golpe en la ventana!
Algo oscuro estaba ahí.
Un golpe en la puerta de entrada.
¡Algo oscuro estaba ahí!
Un golpe en la puerta trasera.
¡Algo oscuro estaba ahí!
De pronto alguien dijo: -¡Hola!
Una niña estaba ahí en medio de
las luces blancas, de las brillantes luces,
de las amarillas luces, de las luces de maravillas.
- Me llamo Negra –dijo.
Ella tenía el pelo negro
los ojos negros
y llevaba un vestido negro
y zapatos negros.
Pero su rostro era tan blanco como la luna.
Y sus ojos brillaban
como la luz de las blancas estrellas.
-Estás muy solo –dijo ella.
-Me gustaría correr con los chicos afuera –dijo el muchachito-. Pero no me gusta la Noche.
-Yo te presentaré a la Noche –dijo Negra-.
Y ustedes serán amigos.
Ella apagó la luz de la entrada.
-Ves –le dijo-. No estoy apagando la luz.
¡No, de ningún modo!
Simplemente estoy encendiendo la Noche.
Se la puede encender o apagar
igual que una lámpara
con la misma llave de luz.
-Nunca se me había ocurrido eso –dijo el muchachito.
-Y cuando se enciende la Noche –dijo Negra-,
por supuesto que también se encienden los grillos…
¡Y las ranas!
¡Y las estrellas!
¡Las luminosas estrellas
las estrellas titilantes
las verdaderas estrellas
las estrellas azules!
¡El cielo es una casa
con sus luces de entrada
y luces en el salón
luces rosadas y pálidas luces
luces rojas
verdes luces
luces azules
amarillas luces
resplandores
todas las luces!
¿Quién puede escuchar a los grillos con las luces encendidas?
Nadie.
¿Quién puede escuchar a las ranas con las luces encendidas?
Nadie.
¿Quién puede ver las estrellas con las luces encendidas?
Nadie.
¿Quién puede ver la luna con las luces encendidas?
Nadie.
¡Fijate cuánto has perdido!
¿Pensaste alguna vez
alumbrar los grillos,
alumbrar las ranas,
alumbrar las estrellas
y la gran luna blanca?
-No –dijo el muchachito.
-Entonces, trata de hacerlo –dijo Negra.
Y ellos lo hicieron.
Subieron y bajaron las escaleras,
encendiendo la Noche.
Encendiendo la oscuridad,
dejando que la Noche viviera en cada habitación.
Como una rana.
O un grillo.
O una estrella.
O una luna.
Y ellos encendieron los grillos.
Y ellos encendieron las ranas.
Y ellos encendieron la blanca luna semejante a un helado.
-¡Oh, cómo me gusta esto! –dijo el muchachito-.
¿Puedo encender siempre la Noche?
-¡Por supuesto! –dijo Negra, la niñita.
Y desapareció.
Ahora el muchachito es muy feliz.
Le gusta la Noche.
¡Tiene una Noche encendida en lugar de una luz encendida!
Le gusta encenderla.
Ha tirado sus linternas
sus lámparas
sus velas
sus velones.
En cualquier noche de verano que quieras,
podrás verlo.
Encendiendo la blanca luna,
encendiendo las rojas estrellas,
encendiendo las azules estrellas,
las verdes estrellas, las luminosas estrellas,
las blancas estrellas,
encendiendo las ranas, los grillos y la Noche.
Y corriendo en la oscuridad
sobre los prados
con los chicos felices…
Riendo.Por lo tanto, en nuestro libro venía una versión corta con los principales detalles de la historia.
El título original en inglés es "Switch on the night", encender la noche, lo cual tiene bastante sentido de acuerdo a la historia y me parece extraño que no hayan mantenido ese título para nuestro libro, aunque parece ser que también "La niña que iluminó la noche" tuvo bastante impacto en muchos de los niños de aquellos años.
Esta es la portada del libro que se comercializa principalmente en su versión en inglés.
Otra versión en inglés con otro tipo de ilustraciones.
Versión en español (Argentina).
Aqui la niña se parece al muñeco de la pelicula Saw
Y otra versión de una editorial española.
Esta es una lectura muy bonita.
ResponderEliminarDesconozco quien es el ilustrador de esta lectura, pero se que es quien se me quedó grabado en mi mente, por que sus dibujos son inconfundibles. Si mal no recuerdo, este dibujante ilustró la lección del reloj que perdió sus números, y me acuerdo que el 4 estaba representado en una garza que había doblado una patita, y que el 2 estaba confundido en una especie de tiro al blanco de patos. ¿¿Lo recuerdan??
La dibujante es Felicity Rainier pero en google no hay informacion sobre ella,en la revista Contenido aparecian sus ilustraciones,pero fuera d eso desconozco mas,,me gustaban mucho sus dibujos en los libros.
EliminarGenial la idea de poner fragmentos o extractos de autores de la talla de Bradbury!!!
ResponderEliminarLos dibujos son de una mujer, pero no me acuerdo del noombree...
En realidad no recordaba la historia sin embargo los dibujos se me quedaron grabados, lo mas seguro es que sean de ilustrador mexicano aunque tambien se parecen a los de un ilustrador argentino
ResponderEliminarAsi es son inconfundibles esos dibujos... Ahora que vuelvo a leer la historia si da un poco de miedo...
ResponderEliminarUn favorsote: ¿Puedes subir algo del libro de segundo que dice "trabajos agrícolas" y "trabajos ganaderos"? No es lectura, sólo son ilustraciones, pero quisiera volver a verlas.
ResponderEliminarSin duda tengo cerebro fotográfico, esta era la lectura que más me gustaba de mis libros de la primaria, me trae muchos recuerdos bonitos, volver a ver estas ilustraciones, gracias por traer nuestra infancia al presente!! saludos
ResponderEliminarAlguien recuerda el de una niña que decia que la ignoraban y dormia en una caja blanca al fondo del jardin, nunca te lo decian, pero estaba muerta.
ResponderEliminarhace muchos años que buscaba este cuento, solo recordaba que era de segfundo año y detalles, pero no el nombre del mismo, la imagen de la niña es gernial, definitivamente me quedo con la del libro de texto .
ResponderEliminarguauu claro que recuerdo esta historia y en lo particular a mi siempre me dieron algo de miedo los dibujos esos se me hacian extraños jajajja
ResponderEliminarHay varios fragmentos de obras del Gran Maestro Bradbury en nuestros libros. Particularmente en los de sexto grado. ¡Estos señores de la comisión de libros de texto hicieron un trabajo colosal y no dejaron fuera ningún género literario!
ResponderEliminarAl amigo(a) anónimo(a) que posteó el 9 de agosto de 2013: el cuento que dices se llama: "Una niña perversa", y es de Jeanne Jean-Charles. Lo viste en una recopilación de los Cuentos del Cuento llamada: "Con los tiernos infantes terribles". No venía en nuestros libros de texto, pero también era una maravilla.
La ilustradora es Felicity Rainnie :)
ResponderEliminarwow me encanto ese cuento desde que era niña y el dibujo ni se diga!! n.n, quien iba a pensar que años despues acabaria vistiendome de negro y escuchando musica metalera y gotica jajaja XD.
ResponderEliminarAaaah que tiempos n.n
solo me acordaba del dibujo, del cuento no...que bello!!
ResponderEliminarEn la tapa del libro dice ilustrado por Juan Marchesi no por Felicity Rainiie
ResponderEliminarEso en Argentina aquí en México si fue Felicity
EliminarHe estado buscando este cuento por mucho tiempo que felicidad mil gracias!!!!
ResponderEliminarjuan marchesi ilustró la versión para argentina, pero los dibujos que ilustraban este cuento en los libros mexicanos de la Sep en aquella época son efectivamente de Felicity Rainnie...
ResponderEliminarhablando de ilsutradores, pueden encontrar todas las ilustraciones de los libros de la sep de 1980 realizadas por el ilustrador Carlos Palleiro en supágina web...http://www.carlospalleiro.com.mx...excelente pagina..
ResponderEliminarComo lo recuerdo, se me hacian tan bonitas las imagenes dela lectura...que hasta lo dibujaba...que recueros de la infancia..
ResponderEliminarMe atrae mucho la ventana con el quinqué, tal vez porque en casa usábamos quinqués en vez de velas cuando se iba la luz. Al contrario del niño de la lectura, a mi me encantaba la noche y disfrutaba mucho cuando se iba la luz, aunque la casa apestara a petróleo, jajaja. Preciosos dibujos, gracias por tomarte el tiempo de escanear.
ResponderEliminarCada quien sus opinión, pero yo odio la noche:
ResponderEliminar- Hay mas inseguridad que en el día.
- Se necesitan lamparas o luces para poder ver.
- Si tienes insomnio, son horribles.
- Casi todas las tiendas y lugares están cerrados.
- Son deprimentes.
En resumen, prefiero el día.
Los dibujos me dejaban babeando se me hacian tan bonitos y los colores que usaban , pensaba que era un lugar de verdad, antes hacian los libros con mucho decoro, cuidadosos, dedicados, detallistas hoy puro cochinero, estos libros de los 80s y 90s son obras de arte .
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