lunes, 8 de agosto de 2011

El hallazgo de Coyolxauhqui (Mi libro de segundo Parte 2)

Ya que andamos con la historia prehispánica de México, este es otro relato que venía en nuestros libros:



Cuando nosotros ibamos en la primaria estos hechos tenían relativamente poco de haber sucedido (7-8 años) y resultó un punto de partida para la arqueología en nuestro país. Chequen esta imagen de aquellos días del descubrimiento, con los arqueólogos y sus pantalones acampanados:



Esta es la historia de la protagonista de dicha escultura:

Coatlicue era la Tierra, madre de Coyolxauhqui, la Luna y de los "Cuatrocientos del sur" Centzon Huiznahua, las Estrellas. Un día, cuando barría su templo en lo alto del cerro de Coatepec, quedó embarazada gracias a una bolita de plumas que provenía del cielo y que ella guardó en su pecho. La Luna consideró el embarazo de su madre como una afrenta e instigó a sus hermanos las Estrellas a matarla. Huitzilopochtli, el Sol, desde el vientre de la Tierra, advirtió el peligro y decidió defender a su madre.

Cuando la Luna y las Estrellas estaban a punto de asesinarla, nació el Sol Huitzilopochtli, ataviado para la guerra y armado con una serpiente de fuego, llamada Xiuhcóatl, con la que la decapitó para, después, arrojarla desde lo alto del cerro Coatepec. En su caída, la diosa se fue desmembrando en cada giro.

El relieve muestra a la diosa decapitada y mutilada de brazos y piernas, con gotas de sangre que manan de las extremidades y que dejan expuestas las coyunturas óseas.

Su tronco, con los pechos flácidos, está de frente, mientras que sus caderas dan un inusitado giro mostrándose de perfil y obligando a las extremidades a colocarse de igual forma. Sus orejeras, compuestas por tres figuras geométricas, enmarcan su rostro, cuyo ornamento principal, los cascabeles en la mejilla, da nombre a la diosa Luna, de la que parece salir el último aliento de vida a través de su boca entreabierta. La escultura tiene 3.25 metros de diámetro en promedio, 8 toneladas de peso y está hecha en piedra volcánica.

Fuente: http://www.gobiernodigital.inah.gob.mx/mener/index.php?id=32

Realmente no recuerdo si en la primaria nos llegaban a explicar a detalle esta historia, pues debo aceptar que estas páginas eran las que más me aburrían y además no creo que para los maestros fuera cosa fácil explicarle a nuestras inocentes mentes de segundo año todo ese asunto de la diosa decapitada y desmembrada, jeje.

Hace algunos años tuve la oportunidad de visitar el Museo del Templo Mayor y fue muy interesante ver y conocer más a fondo toda la historia que se destapó gracias a los hallazgos en esa zona.

3 comentarios:

  1. por lo general los ejercicios ue no tenían monitos a color a la mayoría de los niños nos resultaban aburridos jajaja

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  2. si... en aquel tiempo era un poco aburrido, hoy es un verdadero placer leer de nuevo estos textos

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  3. Yo nací al año siguiente de este descubrimiento arqueológico

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